Autor: Jorge Ibargüengoitia
Título: Los pasos de López
Editorial: RBA
Año: 2011 (primera edición en 1982)
Leo en una edición reciente la
novela Los pasos de López del escritor mexicano Jorge
Ibargüengoitia. Nos encontramos precisamente celebrando
el bicentenario del comienzo de los procesos revolucionarios que dieron
lugar a la independencia de las antiguas colonias españolas de América y que
cerraron algo más de tres siglos de dominación española en aquel continente, un
período tan interesante como generalmente poco conocido.
Se trata de una novela
histórica que recrea los primeros momentos de la revolución mexicana,
protagonizados por un puñado de personajes liderados por el cura Periñón (el
nombre del personaje histórico es Miguel Hidalgo). Nos cuenta cómo
constituyen una sociedad secreta, cómo preparan un levantamiento y viven una
serie de situaciones que los llevan casi a la conquista de la misma ciudad de
México y a cometer varios errores que les harán perder una batalla decisiva y
ser finalmente, salvo el narrador, capturados.
Estamos ante una obra
sintética y concisa que toca de soslayo algunos temas necesarios para la
contextualización de la trama, pero sin entrar a fondo en su desarrollo.
Tampoco es su intención reproducir debates de tipo ideológico. Se ciñe a
los hechos y los presenta con una técnica basada en la abundancia de diálogo,
la frase breve y un tono irónico con momentos de sátira esperpéntica en
la manera de contar los hechos y en el nombre escogido para los
personajes. Un asunto tan proclive a ser tratado con una perspectiva
épica es, sin embargo, rebajado a un tono que, en ocasiones, cualquier lector
aficionado a la literatura hispanoamericana reconocerá como propio del
subgénero de novelas de dictador, en particular las escritas por Valle Inclán,
Asturias, Roa Bastos y García Márquez.
El estilo huye de lo poético,
aunque encuentre momentos para breves notas descriptivas del paisaje y de los
amaneceres. La frase breve, a menudo mal puntuada -quizás a propósito-,
dota al texto de un carácter impresionista e inconexo acorde seguramente con el
tono y la intención.
Y ya que de independencia hablamos podemos recomendar, entre otras, dos
novelas -de tono e intención muy distintas a la anterior- que no suelen aparecer cuando se hace un canon de la literatura
hispanoamericana: Los de abajo (1916), de
Mariano Azuela, que aborda también la revolución mexicana, y Boves,
el Urogallo (1980), del venezolano Luis Herrera Luque, centrada en la figura de un
caudillo realista. Aquí os dejo información sobre estas dos obras:
http://magnaliteratura.blogspot.com.es/2006/11/boves-el-urogallo.html (comentario de Boves El Urogallo)